Los datos son la materia prima de la transformación tecnológica que protagonizan la Inteligencia Artificial y el Internet de las Cosas, que para operar necesitan nutrirse de un ingente volumen de información que excede el modelo actual de Big Data para abocar a otro de Huge Data, en el que tendrán un papel fundamental tecnologías como Blockchain.
Cuando la extensión de la infraestructura de redes 5G permita el pleno desarrollo del IdC, tendremos a millones de dispositivos domésticos intercambiando información para poder interoperar y darle una nueva dimensión a nuestra vida cotidiana.
También se nutrirán constantemente de datos los vehículos, que harán posible una conducción autónoma, o los diversos recursos tecnológicos que interactuarán en las plantas de producción en los nuevos sistemas de Industria 4.0 de inminente despliegue.
El Huge Data y las empresas.
Igualmente, dentro del ámbito empresarial la recopilación masiva de datos será clave a lo largo de toda la cadena de actividad, sin ir más lejos para el propio marketing, donde de hecho podemos encontrar ya en el mercado herramientas CRM que se sirven de sistemas de Inteligencia Artificial para calificar leads y automatizar las campañas de captación.
La transformación de información en conocimiento es clave también para el desarrollo en las organizaciones de modelos de Business Intelligence, en los que la toma de decisiones en las distintas áreas se hace en función de datos. Al igual, que para hacer realidad aspectos como la publicidad personalizada o la producción bajo demanda, que redimensionarán pronto todo el ecosistema de negocio.
Huge Data e Inteligencia Artificial.
Una permanente «ingesta de información» es la que requieren precisamente las redes neuronales artificiales en las que ya delegamos decisiones, dado que su capacidad de Deep Learning excede la mera automatización característica del Machine Learning, para ir un paso más allá en el desarrollo de la Inteligencia Artificial.
Igualmente, los edificios de nuestras ciudades podrán ser energéticamente autosustentables, mediante sistemas que posibiliten el intercambio de aportes de energía en función de necesidades cuantificables expresadas en datos.
Mientras que ciertos servicios públicos podrán activarse de manera proactiva sin que tengamos que solicitarlos, y lo harán con base a información captada y procesada a tiempo real.
Más aún, podrán implementarse nuevos modelos de asistencia médica, en los que los datos recabados por los sistemas de aprendizaje profundo de Inteligencia Artificial permitan desarrollar enfoques preventivos en el ámbito de la salud, hasta el punto de poder desarrollar una «atención pre-primaria«, que servirá tanto para el diagnóstico temprano de enfermedades graves como para aliviar la carga del personal médico.
Por no hablar del papel que puede jugar los sistemas de procesamiento inteligente de la información, en campos como la detección del fraude y el blanqueo de capitales, la elusión fiscal o la corrupción administrativa, que de acuerdo a un estudio del FMI previo a la pandemia, costaba a un país como España unos 60.000 millones de euros anuales.
Del Big Data al Huge Data: organizaciones Data Driven.
Todo lo que hemos expuesto provocará que se exceda con mucho el actual paradigma del Big Data para instalarnos en un modelo de Huge Data, en el que las organizaciones, ya se trate de gobiernos o empresas, para ser funcionales en el nuevo ecosistema habrán de asumir una cultura Data Driven basada en la primacía de los datos.
Pero la era Huge Data entraña importantes desafíos, comenzando por la propia infraestructura de almacenamiento de la información, que deberá reunir los requisitos de capacidad de alojamiento, seguridad y operatividad sin latencias.
Solamente el primer aspecto, el relativo al volumen de almacenaje, ya supone un colosal reto a resolver teniendo en cuenta las estimaciones que cifran en 2,5 quintillones de bytes los datos que se mueven actualmente al año, y que según diversas fuentes en 2020 el volumen total de datos generados o replicados alcanzó los 64,2 zettabytes (un ZB equivale trillón de gigabytes).
Todo esto para una capacidad de alojamiento que apenas sobrepasa la décima parte, y que no se ve colapsada porque muchos de estos datos son efímeros, replicados o reescritos (estados temporales de redes sociales, archivos que se actualizan, cachés, etc.).
El papel fundamental de Blockchain en la era Huge Data.
También, en un modelo de circulación masiva de datos desde todo tipo de dispositivos tendrá una importancia medular la ciberseguridad, para garantizar la protección de ese ingente caudal de información frente a los intentos de intrusión.
En este contexto, emerge como una solución especialmente valiosa la aportación de Blockchain, una tecnología capaz de generar archivos cifrados e inmutables, y que en conjunción con otros sistemas de protección es capaz de conjugar la accesibilidad clave para la interoperabilidad de recursos con la confidencialidad.
Algo primordial, si valoramos que en la era Huge Data se refuerza todavía más el valor de los datos como activos digitales, cuya óptima salvaguarda y respaldo resultan esenciales para administraciones, empresas, entidades financieras y ciudadanos de a pie.
Así vemos que para la creación de un modelo Data Driven, en el que una infraestructura de datos permita el despliegue de los sistemas de Inteligencia Artificial, es necesario recurrir a múltiples tecnologías, entre ellas Blockchain. Este tiene un amplísimo horizonte de aplicaciones en infinidad de ámbitos básicos, al poder contribuir desde a la creación de Smart Contracts autoejecutables con base a información objetiva, hasta a facilitar la toma de decisiones data-guiadas en el campo gubernativo o empresarial, asegurando la transparencia de todo el proceso y la inexistencia de contaminaciones interesadas.
De ahí, que no sea extraño que estudios como el realizado conjuntamente entre las universidades de Harvard y Deusto atribuyan un peso cuantificable en billones de euros a Blockchain, que de acuerdo a sus planteamientos podría llegar a copar en 2030 hasta el 20% del valor de mercado total del Huge Data.
Un porcentaje realmente colosal, y que revela que esta tecnología va ser el soporte sobre el que se va a sustentar nuestro futuro más próximo.