La tecnología debe usarse en primer lugar desde la base de la empresa, liberando a la misma de las tareas no productivas y ahorrando en costes operativos, estos ahorros son los que permitirán pasar a la siguiente fase de esta Transformación Digital.
Hasta ahora hemos oído hablar en muchas ocasiones de la Transformación Digital, de la Industria 4.0, de todas las tecnologías que la componen, de los increíbles beneficios que traerá y que la empresa que cuente con un plan a seguir para esta transformación, estará en clara ventaja respecto a la competencia.
Es lógico que así sea, pero no todas las tecnologías tienen un impacto tan notable en las empresas y no todas deben ser aplicadas según sectores, así como prácticamente todas ellas no pueden convivir las unas sin la otras. Si se quiere conseguir una eficiencia máxima, hemos de comenzar por la parte más sencilla o accesible de nuestra empresa o nuestro trabajo.
Desde la perspectiva de Digiltea, existen muchas aproximaciones a la transformación digital y probablemente cada ingeniero podría crear un plan distinto para la misma empresa porque las posibilidades son infinitas, pero vayamos a lo que interesa, ¿qué problema tienen todas las empresas?.
Para comenzar vayamos a la base común de toda empresa, éstas tienen que lidiar con una gran cantidad de documentación, de clientes, empleados, proveedores, organismos públicos, normativas de todo tipo. Documentos como facturas, albaranes, informes, tickets, nóminas, extractos bancarios, modelos, cuestionarios, listas de requerimientos, etc.
Todo este trabajo relacionado con tareas administrativas, se realiza para cumplir los requisitos de legalidad, pero no está produciendo dinero, sino que lo está gastando, es inevitable que así sea, pero, ¿es posible que se haga mucho más rápido, sin errores, recuperando las horas del personal reconvirtiéndolas en trabajo productivo?.
RPA, la Robotización Automática de Procesos desde la perspectiva de Digiltea.
Si hay una tecnología disruptiva que está creciendo a pasos agigantados esa es la RPA, y este crecimiento se debe a que gran parte del trabajo de una empresa está compuesto por tareas repetitivas.
Si detectamos en primer lugar cuáles son, cuánto tiempo lleva a la semana y cuánto personal dedicamos a éstas, podemos obtener una cifra de decenas incluso cientos de horas que podrían ser recuperadas si usamos a nuestros aliados, los robots de software, que por supuesto están disponibles 24/7.
La RPA ha evolucionado hasta el punto de combinarse con la Inteligencia Artificial (IA), para leer todo tipo de documentos con un OCR basado en algoritmos de Deep Learning, con una precisión muy superior a la de cualquier ser humano y trabajando de 10 a 15 veces más rápido, y como no, sin errores.
Un típico ejemplo es el uso de esta tecnología para descargar facturas de correos electrónicos, leerlas con el OCR, extraer los datos solicitados e introducirlos al ERP de la empresa.
Y esto sería sólo el comienzo. La Robotización Automática de Procesos utiliza el software de nuestra empresa de manera no invasiva, trabajando como lo hacemos cualquiera de nosotros con un teclado y un ratón, por lo que ahorramos en cambios en los sistemas TI típicos para la implementación de toda tecnología.
Además, la RPA se puede instalar en un tiempo mínimo en comparación a los desarrollos de software tradicional, cumple nuestros protocolos y normativas, crea registros auditables, puede atender a los empleados actuando sólo cuando detecte que se ha realizado cierta acción, o ser ejecutado bajo demanda.
No deja de sorprender que la tecnología RPA está al alcance de empresas de cualquier tamaño, ya que los costes son reducidos, y el ROI suele ser inferior a un año.